Venenos y medicinas en el mundo vegetal

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El mundo vegetal está lleno de maravillas y misterios. Las plantas, a pesar de que parecen inmóviles (y por eso pasan desapercibidas para tantas personas), son seres que cuentan con mucha sensibilidad, desarrollan adaptaciones complejas a su entorno, y se integran de manera delicada pero contundente a toda la red de vida del ecosistema del que forman parte. 

Estas adaptaciones son las que dan origen a la enorme diversidad que vemos en el mundo vegetal: algunas plantas tienen hojas más gruesas, para almacenar más agua y tener mejores herramientas para sobrevivir a las sequías. Otras plantas tienen hojas enormes y delgadas, que funcionan como sombrillas para plantas más pequeñas, generando micro-climas ideales para el crecimiento de las semillas de sus vecinas vegetales. Otras plantas desarrollan flores que parecen exquisitamente confeccionadas, como un vestido de alta costura, mientras otras han adaptado sus flores para que se parezcan a los insectos que las polinizan, para atraer su atención. 

Hay una adaptación que nos parece especialmente interesante, y es el desarrollo de frutos, hojas o tallos tóxicos; es la manera que han tenido las plantas de «defenderse» de los animales que se alimentan de ellas. Esa toxicidad, en muchos casos, tiene una característica de la que hoy te queremos contar un poco más: algunas plantas tóxicas, si se consumen en dosis pequeñas, son medicinales. Y bueno, eso significa también que algunas plantas medicinales, si se consumen en altas dosis, pueden llegar a ser tóxicas. Hoy te presentamos a cinco de estas maravillosas y misteriosas plantas:

 

Amapola:

Esta planta polifacética es tan querida por sus propiedades medicinales y el uso gastronómico de sus semillas, como es temida por su toxicidad y por sus propiedades narcóticas. Se caracteriza por tener flores vistosas de pétalos grandes, y una cápsula globular que está llenísima de semillas. De esta planta se extrae materia prima que se usa en la industria farmacéutica para fabricar morfina y codeína (analgésicos y sedantes), y a partir de su látex se produce opio y heroína, por lo cual su cultivo está fuertemente regulado alrededor del mundo. Si se ingiere en grandes dosis, cualquier parte de esta planta puede llegar a ser mortal.

Amapola

 

Belladonna:

Esta planta se ha usado durante siglos en la medicina herbal, por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias, y también como relajante muscular, para controlar alergias, problemas menstruales y para aliviar el mareo. Sin embargo, la belladonna es también una de las plantas más tóxicas del hemisferio norte, pudiendo causar la muerte a quien consuma una dosis ligeramente mayor a la debida. La intoxicación con esta planta genera dilatación de pupilas, sensibilidad a la luz, visión borrosa, pérdida de equilibrio, alucinaciones y convulsiones.

La belladonna se ha usado también como ingrediente cosmético para hacer ver más «vivaces» los ojos, por su capacidad para dilatar las pupilas (un efecto que a largo plazo es peligroso, porque puede provocar ceguera), y se creía que las brujas usaban el extracto de la planta para poder volar. También ha llegado a usarse como droga recreacional, pero al parecer sus efectos son muy desagradables, y ese uso se considera muy peligroso, por el alto riesgo de envenenamiento involuntario.

Belladonna

 

Cicuta:

Esta planta, originaria de Europa y el norte de África, se caracteriza por tener tallos huecos y por sus pequeñas flores blancas. Se ha usado en medicina herbal por sus propiedades antiespasmódicas y su capacidad de controlar dolores fuertes. Sin embargo, la cicuta es también un veneno muy potente, y una pequeña dosis ingerida es suficiente para matar a un humano. Esta planta se usó en la antigua Grecia para ejecutar las sentencias de pena de muerte, siendo Sócrates uno de los condenados que tuvo que tomarla.

Cicuta

 

Ricino:

Esta planta es nativa del Mediterráneo pero se ha difundido por todas las zonas tropicales del mundo, y se cultiva mucho como planta ornamental. De sus semillas se extrae el aceite de ricino, que tiene diversos usos cosméticos e industriales (como lubricante de motores); también se ha estudiado su efecto medicinal como analgésico, y algunos extractos de la planta parecen tener un efecto protector en el hígado. Sin embargo, sus semillas contienen ricina, que es una de las toxinas más potentes conocidas hasta el momento. La intoxicación con ricina puede generar hemorragia intestinal, hipotensión y deshidratación. Puede generar insuficiencia renal, y finalmente, la muerte.

Ricino

 

Borrachero:

También conocido como «trompetas de ángel», este árbol nativo de América Central y del Sur se caracteriza por sus vistosas flores en forma de trompeta, que suelen ser blanquecinas o amarillas, aunque en algunas especies también son rosadas o anaranjadas. Se usa como alucinógeno, especialmente en rituales indígenas, pues su consumo genera alucinaciones,  que pueden venir acompañadas de sensación de euforia. Los síntomas de intoxicación con borrachero van desde la sequedad en la boca y la garganta, hasta distorsión de imágenes y alucinaciones que pueden ser terroríficas, y su consumo es altamente peligroso pues el grado de intoxicación es impredecible, y una dosis ligeramente mayor puede resultar fatal.

Borrachero

 


 

Es importante tener en cuenta que las cosas tóxicas pueden ser medicinales, las medicinas pueden ser tóxicas, e incluso un exceso de un compuesto aparentemente inofensivo puede llegar a generar reacciones indeseables. «La dosis hace el veneno», como decía Paracelso, y la base para entender el complejo mundo de la toxicología es tener claro que incluso un exceso de agua o de oxígeno —esenciales para la vida— podrían llegar a ser mortales.

La Tierra está llena de seres que viven en una constante dinámica bioquímica, generando todo tipo de compuestos que interactúan, y producen creación, destrucción y regeneración constante. Los venenos no son compuestos malévolos, sino el resultado de adaptaciones de cada ser, necesarias para su supervivencia. Vale la pena cultivar la curiosidad, observarlos y aprender más de estos procesos, no sólo para saber cómo aprovechar los beneficios medicinales, sino también para entender un poco mejor la bella complejidad de este planeta.

¿Conoces otras plantas que sean tóxicas y medicinales? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!

 

 

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Mariana escribe en el blog de Yerbatería, y también habla sobre sostenibilidad y vida buena en su blog Cualquier cosita es cariño, donde puedes encontrar información e inspiración para tener una vida más equilibrada contigo misma/o con el planeta, y con todos los seres que lo habitan.

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